¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
Hay un nuevo criterio de diagnóstico que los médicos tienen en cuenta, que incluye:
Dolor generalizado que dura al menos tres meses
Acompañado de otros síntomas como fatiga, cansancio al despertarse y confusión mental
No hay otra afección subyacente que pueda explicar los síntomas
Su médico querrá asegurarse de que sus síntomas no sean causados por otro problema o afección subyacente que tenga síntomas similares. Es por eso que es probable que sus médicos le hagan muchos análisis de sangre, le hagan muchas preguntas e incluso le realicen un examen físico.
Buscarán enfermedades reumáticas como artritis reumatoide, síndrome de Sjögren y lupus, ya que inicialmente pueden presentarse con dolores y molestias generalizados.
Los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, con frecuencia causarán dolores y molestias generalizados que imitan las etapas iniciales de la fibromialgia.
También pueden buscar trastornos neurológicos, como esclerosis múltiple y miastenia gravis. Esto se debe a que la fibromialgia provoca entumecimiento y hormigueo en algunas personas, lo que imita los síntomas de estos trastornos neurológicos.
Es importante asegurarse de que estas enfermedades no sean la causa de sus síntomas actuales.
¿Qué causa la fibromialgia?
Si bien no se entiende por completo cuál es la causa exacta de la fibromialgia, existen varios factores que pueden contribuir al origen de esta misteriosa enfermedad.
Genética. Parece haber un componente genético en la fibromialgia, ya que se observa con frecuencia en grupos familiares, aunque generalmente no se considera hereditaria.
Ciertas infecciones. Se ha observado que algunas infecciones, como la hepatitis C, el virus de Epstein-Barr, la enfermedad de Lyme y el parvovirus, desencadenan la fibromialgia.
Lesiones o traumatismos físicos. En muchos casos, las lesiones, como un accidente automovilístico, pueden desencadenar la aparición de la fibromialgia.
Trauma emocional. En algunos casos, el trauma psicológico, el estrés emocional grave o el abuso, así como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), parecen ser factores que contribuyen a la fibromialgia.
Trastornos autoinmunes. La fibromialgia se observa con frecuencia en personas que ya padecen un trastorno autoinmune, como artritis reumatoide, lupus, osteoartritis y espondilitis anquilosante.
En muchos casos, las personas que desarrollan fibromialgia tienen más de uno de los factores mencionados anteriormente.
¿Cómo se trata la fibromialgia?
Existen diversas formas de tratar la fibromialgia. Es importante recordar que cada individuo es diferente y debe encontrar el tratamiento adecuado para la fibromialgia. En la mayoría de los casos, se necesita una combinación de cosas para tratar los numerosos síntomas de la fibromialgia.
Antes de probar un nuevo medicamento u otras formas de tratamiento, es mejor hablar con su médico e investigar para asegurarse de que no interfiera con otros medicamentos o cualquier otra afección que tenga.
Algunos de los métodos más comunes que se utilizan para tratar la fibromialgia son:
Medicamentos. Varios medicamentos pueden ayudar a abordar algunos de los síntomas de la fibromialgia. Existen analgésicos tanto de venta con receta como de venta libre. También hay algunos medicamentos desarrollados inicialmente para la depresión y los trastornos convulsivos que han tenido éxito en la reducción del dolor de la fibromialgia en algunas personas. Los relajantes musculares también pueden ser beneficiosos para reducir la rigidez muscular y ayudarlo a mejorar la cantidad y la calidad del sueño que obtiene.
Vitaminas y suplementos. Es común que muchas personas con fibromialgia tengan deficiencia de algunas vitaminas y minerales necesarios. Un análisis de sangre puede detectar deficiencias de vitaminas y minerales. Muchas personas han encontrado alivio de algunos de sus síntomas cuando toman un suplemento de vitamina D, magnesio o potasio. Algunas también se han beneficiado de tomar 5-hidroxitriptófano (5-HTP) y S-adenosil-L-metionina (SAMe). Estos suplementos naturales han sido útiles en algunos casos para disminuir muchos de los síntomas de la fibromialgia. Un somnífero natural también puede ser beneficioso para algunas personas para descansar mejor, lo que a su vez ayudará a aliviar una serie de síntomas, incluidos el dolor, la fatiga, la confusión mental y promueve un mejor estado de ánimo.